- El objetivo es conocer qué espacios públicos o privados, como cines, malls y universidades, disponen de los elementos necesarios para que cualquier persona pueda entregar ayuda médica hasta la llegada de un equipo de urgencia.
Nadie está a salvo de sufrir un paro cardiaco. Los expertos aseguran que es algo que puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y a cualquier persona, por eso es importante poder identificar cómo ayudar a quien se encuentra en esta situación, ya que las primeras reacciones son primordiales.
Se ha comprobado que si se entregan los primeros auxilios a una persona que sufre un paro, como reanimación cardiopulmonar o desfibrilación eléctrica, se puede aumentar enormemente su sobrevida. Es por eso que el Servicio de Atención Médico de Urgencia (SAMU) en conjunto con la Universidad de La Serena (ULS), han lanzado una plataforma que permitirá a la comunidad tener conocimiento de qué recintos cuentan con equipamiento para asistir a una persona tras un paro cardiaco o muerte súbita, hasta la llegada de un equipo de urgencia.
Lo que se encontrará georreferenciado es la cantidad y ubicación de Desfibriladores Externos Automáticos, DEA, un dispositivo destinado a analizar el ritmo cardiaco que es capaz de identificar arritmias mortales y de administrar, con intervención de una persona, una descarga eléctrica para poder restablecer el ritmo cardiaco con altos niveles de seguridad.
“Cuando ocurre una emergencia de este tipo, el primer paso es reconocer la situación, llamar al 131 e iniciar de inmediato las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Las posibilidades de sobrevida mejoran si a esto le sumamos la desfibrilación eléctrica precoz realizada incluso por una persona sin mayor noción médica. Lo que buscamos es conseguir ampliar el conocimiento de acceso a los dispositivos DEA, y de este modo aumentar, considerablemente, la sobrevida a un paro cardiaco”, detalla el doctor Javier Aguirre, Médico Jefe del SAMU.
Por su parte, César Espíndola, director ejecutivo del Proyecto Big Data de la Universidad de La Serena, explicó que “la idea era no solo almacenar la información que tienen los encargados de los DEA en nuestra región, sino que desarrollar un sistema que nos permitiera llegar a la comunidad de una manera eficiente para poder salvar más vidas. Por eso nos colocamos en los zapatos de una persona que quisiera ayudar a un familiar o un amigo, la información permite dar mi ubicación geográfica y saber en qué dirección busco el DEA. El mecanismo con el que trabajamos es un algoritmo que determina las distancias y tiempos para llegar a los dispositivos en cuatro minutos y también las condiciones en las que están. El objetivo es llegar en el tiempo oportuno a esta primera atención antes de los equipos de emergencia”.
Espacios cardioprotegidos en la Región de Coquimbo
El desafío de la plataforma SAMU-Bigdata ULS es permitir a la comunidad acceder a un mapa completo con la ubicación de los espacios cardioprotegidos, es decir, lugares como cines, malls y universidades, que cuentan con un desfibrilador automático o semiautomático (DEA). Esto, con el objetivo de que al activar la cadena de sobrevida frente a un paro cardiaco, el Centro Regulador del SAMU pueda entregar instrucciones a la persona para el acceso al DEA más cercano, aumentando así las probabilidades de éxito de la reanimación hasta la llegada de los equipos de urgencia.
Actualmente, cuando el Centro Regulador del SAMU recibe este tipo de llamados, lo primero que hacen es entregar indicaciones a la persona para que pueda realizar RCP de forma manual a quien ha sufrido el paro, mientras la ambulancia va en camino. Esto fue lo que le ocurrió a Patricio Carrasco, quien trabaja como profesional de apoyo en convivencia escolar en la Escuela de Música de Ovalle. Para él, esa mañana de agosto era como cualquier otra, hasta que escuchó los gritos de una estudiante: “Tío Pato, tío Pato! El Chicho se puso una mano en el pecho y se desvaneció”. Era una de las alumnas del establecimiento quien lo llamaba, y que preocupada, miraba a su compañero que respiraba con dificultad.
“Llamé al SAMU de inmediato y ni siquiera pasaron cinco segundos, gracias a Dios, desde que escuché el sonido de la llamada y me contestaron. La operadora me pidió los antecedentes de la situación y después lo acomodamos y empecé con la reanimación. En ningún momento me dejó solo”, recordó.
Si bien Patricio poseía conocimientos de cómo aplicar la reanimación, reconoce que en ese momento “tenía la adrenalina a full”, por lo que el apoyo telefónico fue fundamental. “Yo lo único que quería era salvar una vida. No tuve descanso. Le di hasta que llegó personal médico, minutos que se me hicieron eternos porque estaba con la adrenalina a mil y lo único que quería era ver que el muchacho respiraba, pero se iba y volvía”.
Tras la llegada del equipo médico, la comunidad escolar se enteró que efectivamente el alumno había sufrido una arritmia letal, por lo que el apoyo brindado en esos primeros minutos fue vital. Hoy, tanto el menor de 14 años como Patricio se encuentran en buenas condiciones de salud, y al conocer el lanzamiento de esta plataforma, manifiesta todo su apoyo, ya que nadie está a salvo de vivir una situación similar. “La verdad que es bien complejo lo que estamos viviendo hoy en día con la falta de ejercicio y la mala alimentación, por lo que sería ideal que con esta iniciativa la gente pudiera saber dónde están ubicados estos equipos de reanimación”, cerró.